Redacción Meridiano
La ley es el único rival que no pudo gambetear Robson de Souza, Robinho. El brasileño ha sido condenado esta tarde a nueve años de cárcel por el Tribunal de Roma por un delito de violencia sexual ocurrido en 2013, cuando el delantero exjugador del Real Madrid jugaba en el Milán.
Sus abogados habían apelado la decisión contra la condena en diciembre de 2020, pero la sala romana - la última instancia del poder judicial italiano- rechaza de forma contundente este miércoles dicho recurso. Así obliga al jugador y a su amigo, Ricardo Falco (con la misma condena) a ingresar al sistema penitenciario italiano.
Los jueces de la tercera sección penal "estimaron que el recurso por el jugador era inadmisible y que por lo tanto la condena es definitiva", indicó a la prensa el abogado de la víctima, Jacopo Gnocchi. "En total quince magistrados italianos han considerado que las acusaciones han sido ampliamente comprobadas. Nuestros deseo es que Brasil ejecute la condena", subrayó.
No obstante, el jugador según informan los medios de Brasil indican que Robinho se encuentra en su país. Por ello, a nivel judicial es difícil que el jugador vaya preso de manera inmediata, a menos que cruce el Atlántico.
Según informa O'Globo, un tratado de cooperación entre Brasil e Italia datado en 1989, aún vigente, prohíbe la aplicación de una condena del país europeo en suelo carioca. Además, la extradición tampoco se contempla en el ámbito jurídico del país sudamericano.
Por eso, la única forma que Robinho esté detrás de las rejas y pague nueve años de prisión es que Italia emita una orden de detención internacional, la que solo se hará efectiva si sale de su país natal.
Antecendentes del caso
La primera condena del caso se remonta a 2017, cuando una joven es nacionalidad albanesa denunció al jugador y a Falco de haber abusado sexualmente de ella en 2013, cuando ella tenía 23 años.
"No tuve relación sexual con ella. Tuvimos una relación hombre y mujer, pero ninguna relación sexual. Ninguna penetración, nada de eso", dijo en una de sus primeras declaraciones.
De acuerdo a la denuncia, Robinho junto a cinco compatrioras, hicieron que la joven bebiera "hasta el punto de dejarla inconsciente e incapaz de resistirse" y después cometieron "relaciones sexuales varias veces seguidas con ella".
En diciembre de 2020, la misma Corte de Apelaciones de Milán confirmó la condena para el jugador y consideró que el futbolista tuvo un accionar de "especial desprecio hacia la víctima".
Robinho aún mantiene su inocencia.