Harold Capote Fernández
Para ser parte de la historia del beisbol no es necesario erigir una carrera de alto perfil, de esas que apuntan al Salón de la Fama; no, no es requerido, también sirve ser parte de fechas memorables y si se tiene la suerte de repetir jornadas de esas características también sirve.
Esto último cala del todo en la carrera del Ron Hassey, otrora grandeliga entre 1978 y 1991, al servicio de 6 elencos distintos: Indios, Cachorros, Yankees, Medias Blancas, Atléticos y Expos. En la gran carpa se desempeñó en 946 partidos en la posición defensiva número 2.
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Y precisamente, ese número 2 es lo que define su historia en la MLB, porque es el único receptor en recibir la máxima joya del pitcheo, un juego perfecto.
Ron Hassey, el 15 de mayo de 1981
Ese día los Azulejos de Toronto visitaban a los Indios de Cleveland. Por los canadienses abrió el venezolano Luis Leal, mientras que los de casa lo hizo Len Baker. De hecho solamente ellos fueron los serpentineros de esa reñida partida con pitcheo de alta calidad.
El criollo lanzó un juegazo de 8 entradas, en las que cedió 7 imparables, 3 carreras, 1 sola limpia, sin boletos, 5 ponches y un cuadrangular ya en ese tramo 8 por parte de Jorge Orta.
Foto: Cortesía
El detalle es que al escopetero de la Tribu se le ocurrió lanzar mejor todavía, apelando a 11 ponches, sin boletos, ni imparables en la ruta completa para completar la perfección en triunfo de 3x0.
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En ese duelo, el protagonista de esta historia alieneó como quinto, ligó 1 hit e impulsó 1.
7.290 personas asistieron al Cleveland Stadium en ese juego de 2 horas, 9 minutos de duración.
Ron Hassey, el 28 de julio de 1991
Dodger Stadium fue el escenario donde el nicaragüense Dennis Martínez obró su joya perfecta, el derecho de los Expos abanicó a 5 esquivadores, doblegando a su colega Mike Morgan, quien también lanzó un juegazo de 9 entradas, 4 imparables, 2 carreras que fueron sucias, 1 pasaporte y 5 ponches.
Esas 2 carreras de los visitantes llegaron en la séptima, un inning fatal para el campocorto azul Alfredo Griffin, con dos pecados que permitieron las rayitas de Montreal.
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En ese partido, Ron Hassey alineó como el bateador número 7, ligando de 3-1 con ponche.
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Ese domingo 28, 45.560 personas asistieron por 2 horas 14 minutos a la casa de los Dodgers.
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