Frederlin Castro
@fr3djcd
La reunión de Guillén con San Diego es su primera entrevista conocida como mánager desde que fue despedido por los Marlins hace casi una década. Sin embargo, el jugador de 57 años ha seguido manteniendo el interés en conseguir otra oportunidad durante los años siguientes. Mientras ha estado alejado del banquillo, Guillén ha pasado tiempo en el estudio de transmisión, trabajando con ESPN y NBC Sports Chicago.
Por supuesto, Guillén es mucho más conocido por sus anteriores carreras como jugador y directivo que por sus días como locutor. Jugó en las ligas mayores de 1985 a 2000, pasando la mayor parte de su carrera con los Medias Blancas.
Guillén, de 57 años, bateó .264 durante su carrera en las Grandes Ligas, con 28 jonrones, 169 bases robadas y 619 carreras impulsadas con los Medias Blancas (1985-97), Orioles de Baltimore (1998), Bravos de Atlanta (1998-99) y Rays de Tampa Bay (2000).
El éxito
Después de colgar los tacos, se dedicó a entrenar y consiguió un puesto de directivo con bastante rapidez. En la temporada baja de 2003-04, los Medias Blancas eligieron al entonces jugador de 39 años para que se hiciera cargo del banquillo.
El tiempo de Guillén en el banquillo fue casi inmediatamente exitoso. Los Medias Blancas obtuvieron récords ganadores en cada una de sus tres primeras temporadas al frente del equipo, incluyendo una campaña de 99 victorias en 2005 que culminó con el tercer título de la Serie Mundial de Chicago, el primero en 88 años. En 2007, el equipo dio un paso atrás. Se recuperaron para ganar otro título de división en 2008, pero no volvieron a llegar a la postemporada durante el resto del mandato de Guillén. Lo dejaron ir al concluir la temporada 2011.
En ocho años como entrenador de los Medias Blancas, a partir de 2004, logró 678-617, llevando al equipo a los playoffs en dos ocasiones. Los White Sox llegaron a 11-1 en la postemporada de 2005, en el camino a una barrida de cuatro juegos de los Astros de Houston en la Serie Mundial.
Los Marlins firmaron a Guillén no mucho después, pero su tiempo en Miami resultó ser muy breve. A pesar de un desafortunado esfuerzo de contención el invierno anterior, Miami tropezó con una temporada de 69-93 en 2012. Despidieron a Guillén después de sólo una temporada, y no ha estado en un banquillo de las Grandes Ligas desde entonces.
En cada uno de sus dos ciclos de contratación anteriores, el presidente de operaciones de béisbol de los Padres, A.J. Preller, ha contratado a un capitán primerizo (Andy Green y Jayce Tingler, respectivamente). El presidente Peter Seidler ha declarado que la experiencia previa como gerente tampoco será un requisito para este ciclo de contratación, pero los candidatos conocidos públicamente de los Frailes han dirigido antes en las mayores.
¿Guillén merece otra oportunidad?
Los Padres son un muy buen equipo. Sería bueno ver al venezolano triunfar en un equipo lleno de juventud y talento como Manny Machado y Fernando Tatis Jr.
No solo tienen esos jugadores estrellas de la MLB, sino que también tienen algunos prospectos que son muy bueno y podría dar el salto muy pronto. Ozzie Guillen es el entrenador perfecto para un equipo como los Padres que busca avanzar a los playoffs la próxima temporada y tal vez legar lejos.
Los Medias Blancas de Chicago de 2005 fueron uno de los mejores equipos en la historia de la franquicia. Tuvieron marca de 11-1, que tal vez es un record que nunca se rompa. No habrían hecho nada de eso sin la ayuda de Oswaldo Guillen como mánager. Sabia como poner a todos en posición de triunfar y sacar el máximo partido a cada jugador.
El diario Union-Tribune informa que los Padres están buscando un gerente con una fuerte influencia latinoamericana que pueda conectar con la estrella Fernando Tatis Jr. Rojas es un dominicano y Guillen pudiera ser esa ficha.
A principios de este mes, Guillen dijo al Sun-Times: "Para mí, no había un mejor mánager para contratar, incluyéndome a mí. ¿El segundo hombre? Ozzie... Guillen. Me importa un…. lo que piense la gente".
Guillen, firmó su primer contrato profesional con los Padres en diciembre de 1980 y fue traspasado a los Medias Rojas en el acuerdo con LaMarr Hoyt en diciembre de 1984.