Frederlin Castro / @fr3djcd
Freddy Galvis firmó con los Orioles a finales de enero para ser el campocorto titular del equipo.
Era una movida lógica para ambas partes. Después de todo, Galvis tiene un historial de 10 temporadas en Grandes Ligas siendo un decente jugador de posición y, habían pocas opciones interesantes para llenar el hueco de José Iglesias en la alineación.
Iglesias fue una revelación durante su única temporada (2020) con los Orioles. A pesar de luchar contra una lesión en el tendón de la corva durante gran parte del verano, registró un OPS de .956 con 17 dobles para convertirse en un fijo en el centro del orden del equipo durante gran parte del año.
Sería ilógico pensar que Galvis podría igualar ese tipo de cifras. Nunca había tenido un OPS superior a .743 en una sola temporada. Su salario de 1,5 millones de dólares era indicativo de lo que la mayoría de los equipos, incluidos los Orioles, pensaban de él.
La primera semana en la campaña 2021 no hizo nada para alterar esas percepciones. Galvis tenía un OPS de .343 con cuatro hits, 13 ponches y dos caminatas en los primeros ocho juegos. Era posiblemente el peor bateador de la alineación. Según las publicaciones de fanáticos en Twitter de los Orioles, las masas se estaban inquietando.
Pero gran parte de eso se disipó cuando Galvis mejoró su línea de bateo a .265/.333/.449 con una racha de tres partidos contra los Marineros de Seattle y los Rangers de Texas en los que se fue de 7 por 10 con tres dobles, un triple y un jonrón. El entrenador de los O's, Brandon Hyde, incluso lo subió algunos puestos en el orden.
Si alguien le hubiera dicho a la oficina principal de los Orioles que este era el tipo de desempeño que obtendrían de Galvis en sus primeros 16 juegos, probablemente se habrían sentido complacidos.