Isaac Rengifo Carrero ll @iscarrero
La campaña de las Grandes Ligas del 2019 será recordada por la lucha contra la historia. La misma que dicta la gloria eterna en las páginas doradas del deporte. La Serie Mundial tuvo un campeón inédito, que se alzó con el trofeo por primera vez desde que vio la luz en el terreno de juego en 2005.
Los Nacionales de Washington realizaron la hazaña tras vencer en el séptimo duelo, el famoso “bonito de la buena suerte” a los Astros de Houston. Seis carreras por dos fue el resultado como terminó aquel compromiso que inscribió a los capitalinos en la hoja de ganadores mundiales del mejor beisbol del mundo.
Tras meses de espera, una fecha que era incierta para volver a ver buena pelota en los campos y en medio de una pandemia mundial producto del Covid-19, los ‘Nats’ recibieron el anillo que sólo los grandes están destinados a usar.
La ceremonia, muy diferente a lo habitual, de un estadio lleno de emoción y la algarabía del público de ver a su conjunto ganador. Fue diferente, los peloteros abrieron sus casilleros en las instalaciones del dugout del Nationals Park.
Adentro de los casilleros una caja esperaba. La icónica ‘W’ de la capital estadounidense con el rojo característico de la franquicia. ¿Qué es mejor luego de tanta espera? El mandamás Dave Martínez lo simplificó al expresar “pongámoslos de esta manera: definitivamente valió la pena la espera”.
2019 será recordado e igual que los Nacionales de Washington la historia beisbolera fue nuevamente escrita en el terreno de juego. La zafra 2020 con dudas e incertidumbre espera por un nuevo campeón de Serie Mundial, digno de colocarse un anillo de oro.