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A medida que han avanzado los años, las mejores ligas deportivas del mundo han ido incrementando la liquidez monetaria y, por tanto, subiendo los sueldos promedios de los jugadores. Las cantidades que se ven actualmente en los contratos de deportistas son desmedidas para muchos y podrían parecer injustas para los atletas que hicieron vida en las mejores competiciones del mundo hace varios veranos atrás.
En el mundo de la NBA, uno de los talentos que más fue perjudicado en cuanto a remuneración fue Scottie Pippen, el alero que fue pieza fundamental para los seis anillos de campeón de los Chicago Bulls en la época de Michael Jordan (1991, 1992, 1993, 1996, 1997 y 1998).
Como sucedía con muchos jóvenes de gran proyección, la franquicia que dirigía en aquel momento Phil Jackson aseguró a Pippen por siete años y 18 millones de dólares antes de la campaña 1991-1992, después de que había demostrado su gran valía en cuatro justas pasadas.
La firma, en el momento, pareció ser bastante llamativa para la joven estrella en ascenso, sin embargo, conforme fueron avanzando las zafras, sus ganancias fueron quedando muy atrás en comparación con los nuevos acuerdos que se anunciaban de otras superestrellas o novatos que ingresaban a la liga. Para 1997, con su salario de tan solo 2.775.000 dólares, figuraba como el sexto mejor en los Bulls y el 122° alrededor de la liga.
Parecía una completa locura para miles de conocedores, pues se trataba de uno de los deportistas más importantes de aquel momento y no estaba siendo retribuido como merecía.
Una vez culminó su extenso contrato con la organización de Chicago se marchó a los Houston Rockets con un sign and trade por una cifra considerablemente mayor (67 millones por cuatro temporadas) que concordaba más con su aportación en los tabloncillos y que representaba más del triple de lo que había ganado en sus 10 primeros años de trayectoria.
Luego se trasladó a los Portland Trail Blazers para, finalmente, cerrar su carrera nuevamente en los Bulls.
En total, a lo largo de sus 18 justas en el mejor baloncesto del mundo logró embolsarse 109.957.430 dólares.