Actualmente se disputa la fase final de la Liga Futve entre cuatro equipos (Academia Puerto Cabello, Caracas, Deportivo Táchira y Portuguesa), y dicha etapa ha sido bien interesante por la calidad de los equipos, la cantidad de público en los estadios y repercusión que han tenido en los medios de comunicación. Es importante analizar porque la gente se vuelca a mirar esta parte del campeonato y no el principio del certamen que inicio con 15 conjuntos.
A lo largo de la historia los campeonatos criollos han tenido diversa cantidad de conjuntos, y por supuesto siempre ha existido el debate sobre cuál debe ser la cantidad de cuadros que deben estar en la máxima categoría del balompié criollo.
En el año 2007 estaba en proceso uno de los torneos más interesante en el país. En total 12 equipos disputaban la primera división y era indudable que la calidad de los desafíos era importante. Sin embargo, a raíz de la Copa América que se hizo en el país se aumentó de manera desmedida. Se paso a tener 18 conjuntos con el argumento que existía estadios de gran envergadura y no se justificaba que no se disputará fútbol de alto nivel.
Desde ese entonces hasta la actualidad los resultados han sido paupérrimos para nuestro fútbol. Con contadas excepciones en Copa Libertadores y Sudamericana los resultados han sido terribles, por ende, en ese aspecto no existe ningún progreso.
Cuando se habla con los entrenadores y jugadores que hacen vida en el fútbol nacional ellos hablan de positivo la cantidad de futbolistas que participan en el evento y por supuesto es una fuente de trabajo para mucha gente. Pero, ese es un argumento "populista" y que al final termina perjudicando la calidad del espectáculo.
Con menos cantidad de conjuntos, sin duda que la calidad va aumentar y eso va a generar mayor interés en el público, los medios de comunicación y los patrocinantes. Además, el que se genere gran expectativa en cada compromiso servirá para observar el talante de los futbolistas criollos.
No se trata de bajar la cantidad equipos, hay que buscar mejorar el espectáculo y hay otras divisiones que se debe trabajar para subir de categoría. Será más satisfactorio estar en la élite debido a al trabajo y no estar por la sencilla razón de estar en la primera división.
La actual etapa del fútbol nacional es sin lugar a duda un ejemplo claro de este argumento, si hay menos equipos el talento criollo se distribuye entre ellos y eso repercute en la mejora del torneo.