Imagen portada
VE
Escoge tu edición de meridiano.net favorita
VE (Venezuela)
US (USA)
Hipismo

Cañonero: gran hazaña para todo el mundo

Por Meridiano

Jueves, 30 de abril de 2020 a las 07:50 am

Isacc Rengifo Carrero | @iscarrero

El silencio domina la pista, la expectativa es alta ante los más de 120 mil espectadores que observan atentos a cada uno de los caballos que saldrán a correr.

Suenan las trompetas de salida, los caballos despegan con el único objetivo de ser campeones del Kentucky Derby. Corre en el calendario el año 1971, un primero de mayo para ser más exactos.

Los primeros metros son muy parejos y poca la distancia entre los sementales. De las gradas se escuchan el “vamos, vamos” de los aficionados. Son los dos minutos más trascendentales en la carrera de un caballo y su jinete.

Toda la corrida la dominaba Jim French y su jockey el puertorriqueño Angel Cordero Jr. Pero lo que ocurrió en la parte final de la pista sorprendió a propios y extraños. Cañonero II, aquel ejemplar que muchos decían no pertenecía a la élite marcó un antes y un después.

En los escasos 500 metros finales, por fuera y con velocidad dio una muestra de su potencial ganador y se adelantó con amplitud sobre el resto, para traspasar la meta y alzarse con el triunfo en la pista del Derby.

Nace una historia

Cañonero II nació un 24 de abril del año 1968 en Kentucky, en los Estados Unidos, a pesar de tener una pata delantera torcida tuvo un inmenso futuro como corredor contra todos los pronósticos negativos que obtuvo.

El destino de Cañonero lo ligaría con Pedro Baptista, su propietario, tras el pago de 4.500 dólares a su antiguo criador. En el país, dio sus primeros pasos en el Hipódromo de La Rinconada donde mostró gran calidad y evidencia para las galopadas.

El ocho de agosto de 1970 obtuvo su primera victoria en una pista, con amplia ventaja frente a sus contrincantes. Allí la historia colocaría su primera piedrita en un futuro enorme que el purasangre tendría al año siguiente.

En la primavera de 1971, el caballo era entrenado por Juan Arias y conducido por el jinete Gustavo Ávila. Ávila ya tenía experiencia previa luego de conquistar en 1966 el Clásico del Caribe arriba de Victoreado y el haber dominado por cinco años La Rinconada.

Venezuela se caracteriza por ser un país fiel seguidor de las carreras de caballos, poseer grandes jockeys e históricos sementales. Pero todo inició con Cañonero II y sus triunfos que quedaron plasmados en las hojas del libro del hipismo venezolano.

Las grandes victorias

Cañonero sorprendió a todos con su triunfo en la ciudad que lo vio nacer por tres cuerpos y medio. Aunque logró una de las más grandes hazañas dentro del hipismo nacional, los especialistas dudaban de la capacidad del caballo ¿Suerte o realidad?

Fue la sorpresa más grande e histórica, tras ir en la 18ª posición y finalizar en lo más alto del podio. En la segunda corrida en el Preakness Stakes, el purasangre volvió a repetir la fórmula con saldo victorioso para sumar otro triunfo importante para Venezuela, su jinete y más importante para Cañonero.

Fue emocionante de principio a final. Una de las mejores actuaciones jamás antes vistas, de no estar Cañonero el record y posterior triunfo hubiera sido para Eastern Fleet. Pero nuevamente el destino le sonrió al pura sangre de Kentucky.

En los metros finales sacó ventaja y nuevamente conquistó lo más alto de la corona, las lágrimas de emoción de su cuidador Juan Quintero y su entrenador Juan Arias caían al suelo tras ver al semental nuevamente ganador.

Triple Corona

De la nada y sin ser conocido previamente había despertado el interés, la atención y se ganó el respeto de aquellos que dudaban de su condición para correr dentro de las competencias más significativas.

En Belmont Stakes la tercera gran carrera y el último paso para alzar la Triple Corona, Cañonero no estuvo al 100% de sus condiciones físicas, tras arrastrar molestias producto de una infección en su pie.

El público llenó la arena de la ciudad de Nueva York para animar a la ‘estrella’ del momento, sin embargo la suerte no cayó de su lado. Inició en la delantera con buen ritmo y velocidad, hasta quedarse sin la energía previa y finalizar en el cuarto lugar.

Legado

La tercera corona no pudo ser, pero el ímpetu de Cañonero II fue más que las incógnitas de los especialistas. En Venezuela nadie se enteró del triunfo del Kentucky Derby al momento, la alegría fue al día siguiente gracias a la prensa.

Nos abandonó un 11 de noviembre de 1981 con 13 años y un legado a todos los fanáticos y futuros competidores del hipismo. Venezuela vio nacer e irse al mejor semental de todos, puso la primera piedrita en el futuro del deporte hípico de nuestro país.

Aquel caballo desconocido por muchos dentro del mundo del hipismo mundial marcó un legado para Venezuela. Hoy tras 49 años tras una victoria histórica el deporte nacional lo recuerda como uno de los caballos más increíbles y toda una leyenda.

 

 

FARÁNDULA


HIPISMO